Lidiando el toro

Hoy hemos tenido la oportunidad de asistir al primer pleno vecinal que se ha realizado en Gandia. Una más de las actividades que la Federación Local de Asociaciones de Vecinos de Gandia ha preparado en su Semana Vecinal.

Uno a uno los presidentes de las asociaciones de vecinos han ido exponiendo al alcalde Orengo y al Concejal de Participación Ciudadana, Javier Soldevila, sus preguntas sobre sus barrios, a las que hay que añadir las realizadas por el Presidente de la Federación, que hablaba en un tono más general.

Si alguien pensaba que esto podía suponer una encerrona para el alcalde, se equivocaba. Una de sus virtudes es estar a gusto en la arena y ver venir al toro, lidiarlo sin amagar y encarándolo, como ha ocurrido hoy.

Las peticiones han sido practicamente todas contestadas, lo que demuestra el contacto directo con la realidad de nuestra ciudad que mantiene y entre las conclusiones que podríamos destacar hay varias, aunque supongo que como los gustos, para cada uno las habrá distintas.

- Por un lado, los representantes vecinales han mostrado una gran satisfacción por la labor realizada por los alcaldes de barrio, aunque también es cierto que se han pedido más recursos para ellos.

- Por otro lado, que las necesidades de los vecinos no atienden a competencias, por lo que se han expuesto varias situaciones que se sabía que eran responsabilidad de la Generalitat, pero se ha pedido al Ayuntamiento que esté con los vecinos para demandar que se solucionen, como no puede ser de otra forma.

- Finalmente, se reconoce el gran trabajo realizado en los últimos años y se respiraba que efectivamente, vienen unos años con muchas obras en las calles, para lo que se pedía coordinación y se ofrecía cooperación.

Muchas han sido las preguntas y muchas también las recriminaciones, que en más de una ocasión han sido admitidas por el alcalde, pero es curioso que yo por lo menos me haya ido con la impresión de que los vecinos que hoy se han sentado en el pleno creían mucho más en la marcha de la ciudad de lo que demuestran algunos de nuestros políticos en el día a día o incluso, cuando se sientan en esos mismos escaños.

Si hay que seguir con el símil taurino, hoy los que han dado la vuelta al ruedo han sido los vecinos, que han demostrado que se puede ser exigente (y mucho), desde la serenidad, pero también reconocían lo que se hace bien. Y es que todo es mucho más fácil cuando tienes al frente a alguien que cuando le proponen lo que como decía antes algunos califican frotándose las manos de “encerrona”, él coge al toro por los cuernos, dando respuestas y soluciones.