Noche de recuperar costumbres. No la de ir al cine, que esa afortunadamente ya hace tiempo que volvió, si no de escribir un artículo sobre ello en el blog. Hoy tocaba también cumplir un compromiso anual que me apetecía más que ir al concierto de Alejandro Sanz, el cual me dicen, por cierto, que ha sido un éxito (felicidades a los organizadores). Para otro día dejaremos algunas reflexiones sobre ese tema.
Un ciudadano ejemplar es una buena película en la que todo gira en torno a la venganza y una crítica brutal al sistema de justicia americano que, en mayor o menor medida, también se podría asimilar a los europeos, pues al final, la sensación de que los criminales pueden llegar a salir impunes de sus acciones no atiende a fronteras.
Esto se aprecia claramente en la escena en el juzgado donde el protagonista demuestra a la jueza que con un poco de argumentación barata, alguien al que todos consideran un peligroso asesino puede acabar saliendo a la calle sin ningún problema.
La base de la película sería el debate entre si es lo mismo ser justo que impartir justicia y para añadirle algo de salsa, no podía faltar la llamada “justicia ciudadana”, que es otro elemento que tampoco conoce fronteras cuando el desencanto con las instituciones llega a su límite aceptable.
La película te mantiene atento durante las diversas fases que atraviesa. La primera, de acción y venganza, en la que unos ladrones asesinan a la familia del protagonista y que por tanto, sirve de base para el desarrollo del resto de la trama.
La segunda es de intriga, al ver cómo van desencadenándose una serie de asesinatos relacionados con el crimen inicial. Esto es todo lo que contaré de la película, pues considero que con ello no le “chafaré” el argumento a nadie.
Lo cierto es que aunque el protagonista no consigue transmitir esa sensación de venganza o temor, los continuos giros que van sucediéndose sí que hacen que el espectador esté pendiente del siguiente paso a dar. Por cierto que, aunque ya algo mayor, que distinto sería el papel del protagonista con alguien como Robert de Niro.
Además el director ha querido jugar durante las tres primeras partes de la película, con el sentimiento del espectador, que se identifica más con el protagonista, aunque en el tramo final (algo forzado, por cierto), busca que esa identificación sea con el fiscal, como no podía ser de otra forma, ya que el “asesino bueno” acaba siendo eso, simplemente un asesino y por tanto no debía ganar.
Es una película que vale la pena ir a ver, a pesar de que en determinados momentos hay algunas escenas demasiado violentas y en nuestra particular “escala Rafa”, en una puntuación de 0 a 10 siendo cero “lo peor” y 10 "muy buena", le otorgaría un 6,5
jueves, 3 de junio de 2010
Sobre el autor
Es la segunda etapa del blogEn los últimos años, tanto en mi actividad profesional, como la política y la personal, siempre me ha gustado estar en contacto con la gente y creo sinceramente que expresar las ideas de uno mismo es importante, pero no más que tener la oportunidad de que otr@s nos aporten las suyas, aunque en ocasiones pueda no gustarnos. Estos años he tenido la suerte, entre otros cargos, de haber sido portavoz del PSPV-PSOE en Almiserà, Secretario de Nuevas Tecnologías y administración, de la agrupación del PSPV-PSOE de Gandia y en el Ayuntamiento de Gandia he ocupado diversos cargos, entre ellos el de Responsable de Comunicación y Relaciones Sociales.
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