futbol es futbol

Después de unos años en blanco, pues habrá que disfrutarlo otra vez. Este Madrid que estuvo de sequía durante tres años, la temporada pasada se libró de las super-estrellas, del super-presidente y parece ser que de los complejos, lo que le permitió ganar el título.

Los números cantan y aunque no ha habido aquello por lo que tiraron a Capello a pesar de haber ganado la liga, el buen juego, nadie puede discutir que el Real Madrid ha sido el dueño y señor de una liga que ahora esperará unas jornadas para adjudicar los premios secundarios que, en algunos casos, son más que meritorios. Y es que sería injusto comparar la temporada del campeón, dado su presupuesto, con la de equipos como el Racing, que están luchando todavía por tener plaza de champions o, como no, el Villareal, que contra todo pronóstico finalmente ha sido quien ha impedido que el alirón se cantase semanas antes, al ocupar un puesto que la lógica reservaba al Barça.

Y ahora queda ver qué hará un Valencia que se está buscando y que desde que el gafe del expresidente apareció por allí, inició un periodo negro en su historia que, por aquello de hablar un poco de política, se parece a la trayectoria de un PSPV que también requiere reinventarse para poder ofrecer después del verano nuevos proyectos ilusionantes a la gente.

Ayer murió Calvo Sotelo, un Presidente de Gobierno, el primero que lo fue sin ser candidato de su partido, que hubo de conducir el período post-golpista y al que se rindieron toda suerte de homenajes durante el sábado y domingo, afortunadamente. Y digo afortunadamente porque en este país pasamos de la conmoción y el reconocimiento al olvido a pasos agigantados.

Y esta es la prueba, mañana se hablará más de Raúl y su foto en la Cibeles que del entierro de quien sirvió al estado de una forma tan digna, pero ya lo dijo Vujadin Boskov, fútbol es fútbol.