
Mientras nos tomábamos esa cerveza, los comentarios, para mi sorpresa, giraban en torno a la pena de que se cerrase tan emblemático local, lo cual yo creía que era una broma. Pero cuando ya he visto que la gente se iba despidiendo de Pedro abrazándose y deseándole suerte, esa sorpresa inicial ha dejado paso a la estupefacción de ver como un bar que ya estaba abierto cuando yo nací y que lo ha estado ininterrumpidamente durante tantos años, iba a bajar ese telón simbólico que significa pasar el cierre por última vez.
El “Mini Club” es un punto de reunión, tertúlia, discusión y, como no, de distensión para los comerciantes de una Vila Nova que ya no verá al que posiblemente sea el local más emblemático que tenía, abierto después de su remodelación.
Ahora tal vez aumente la productividad en estos comercios… recuerdo como esta misma tarde he bromeado junto a unos amigos de cómo hay gente que cree que mis padres tienen un despacho fuera del local de la tienda, al oír como algunas veces nos han dicho “ves al despacho a ver si está tu hermano y le dices que venga”, y ese despacho era el “mini”.
Hoy todos le deseamos a Pedro la mejor de las suertes en la nueva etapa de su vida que ha decidido emprender, pero también pensamos que se nos ha escapado un poco de nosotros mismos y eso era visible en esos últimos momentos de los cuales no se si hemos tenido la suerte o la desgracia de ser testigos.
Lo dicho, buenas noches y buena suerte.
2 cosas:
ResponderEliminar1- Siempre es una pena que un comercio cierre, pero si es tan peculiar como lo es este, todos perdemos un poco de nosotros mismos.
2- Piénsate cómo puedes hacerlo porque esta plantilla es bonita, pero para dejarte los comentarios hay que estudiar.