viernes, 21 de septiembre de 2007

Los cosas no han cambiado tanto… ahora las gordas también bailan

5 comentarios

Miércoles de cine y como tantos otros, fuimos por sistema, sin saber cual sería la película de la que íbamos a sufrir o disfrutar.

Los que me conocen saben como me molesta que haya una reunión o cualquier otro compromiso los miércoles por la tarde-noche que ponga en riesgo esta agradable rutina de salir unas horas, desconectar y aprovechar, si el director de turno lo ha conseguido, para pasar un buen rato.

Bueno, este miércoles fue “Hairpray” (espero haberlo escrito bien), con un Travolta que hace un papel secundario, convertido en una Sra. “grande”, madre de la protagonista, una chica no menos grande pero sí más bajita, que le gusta el baile y que manifiesta públicamente sus principios de integración de la gente negra en una ciudad “Baltimore” (EE.UU.) que, en los años sesenta se resistía a aceptar lo que era el futuro, una sociedad en igualdad de derechos.

A quien no le gusten los musicales, lo pasará mal… pero si estáis dispuestos a ver la película, salvo un momento intermedio que baja el nivel, es graciosa y no te vas con la sensación de haber tirado el dinero.

Y decía que las cosas no han cambiado tanto, porque hoy en día nos despertamos continuamente con noticias sobre agresiones a personas en base a su pertenencia a una raza concreta, o a su condición sexual, o por su origen...

Es curioso que los trabajadores del Pentágono, considerado como el mayor símbolo militar del mundo, tengan que agradecer a las leyes racistas y segregacionistas de la época en que se construyó el hecho de tener el doble de los baños necesarios porque en ese momento la ley exigía baños para personas blancas y baños para personas negras.

La multiculturalidad es el futuro. En España y por supuesto en Gandia, los que formamos parte de la sociedad debemos darnos cuenta de que estos “nuevos ciudadanos” contribuyen a formar el futuro del país, de nuestra ciudad, pagan impuestos y contribuyen a la seguridad social de la misma forma que lo hacen aquellos que, no se sabe por qué, se consideran superiores.

Pasaron ya los días de la venda en los ojos, después de los cuales, el gobierno de España, con el presidente Zapatero a la cabeza impulsó un proceso de regularización que consiguió que casi 800.000 personas que ya estaban en el país, lo hiciesen en condiciones y derechos, y, por supuesto, desde ese momento contribuyesen de una forma efectiva a construir una nueva sociedad, para un siglo que ya no es tan nuevo.

Esta película está basada en los años sesenta en Estados Unidos y resulta que, con adaptaciones, podría ser válida hoy en día para cualquier otro país que se precie de democrático, incluyendo, por supuesto, a los que se creen los adalides de la democracia en el mundo y que tienen el mayor ejército, las más potentes armas de destrucción masiva (y las utilizan), que invaden países independientes, financian guerrillas, realizan bloqueos económicos durante décadas y hacen guerras que, reconocido por sus altos funcionarios, tienen sus orígenes en el control mundial del petróleo. Pero esto también pasaba en los años sesenta…


5 comentarios:

  1. la película está bien, lo triste es lo que tú has enlazado, porque sigue siendo una realidad. España dice que no es racista, pero que no vengan más moros ni sudacas, no? en el siglo XXI el racismo sigue estando arrelado en la sociedad, pero ahora es de un espectro más amplio, no les basta con la gente de color. Si, tienes razón, las cosas no han cambiado tanto.

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  2. estoy deacuerdo con gaspar, a la gente de este país le gusta decir que no somos racistas, sin embargo, qué pocos verían con buenos ojos la relación de un/a hijo/a con alguien de otra raza y, por encima de todo, con alguien de etnia gitana. Eso es lo que hay.

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  3. El racismo siempre ha estado ahí y siempre, lamentablemente, estará. Según la zona del mundo en la que uno esté, los brotes racistas van encaminados a una etnia u otra, pero por mucho que hagan encuestas para que nos convenzamos de que no somos racistas, eso no es un fiel reflejo de la realidad.

    A la pregunta, ¿se considera Vd. racista? prácticamente todo el mundo contesta que no.

    Por eso es tan necesaria una asignatura como "educación para la ciudadanía", para intentar que se sigan dando esas respuestas a las encuestas, pero para que además, sean sinceras.

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  4. no podemos engañarnos a nosotros mismos. Lo diferente siempre causa inquietud, por eso la asignatura de educación para la ciudadanía puede ayudar a comprender a la nueva generación de españoles que es necesario integrar a todos estos "nuevos ciudadanos".

    La derecha y la iglesia tienen miedo a esta asignatura al igual que en la segunda república tuvieron miedo de la instauración de las escuelas públicas, porque la educación nos hace personas y, para poder ganar elecciones, muchas veces no interesa que los que menos tienen piensen.

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  5. Yo fui a verla la verdad la pelicula no me gustó mucho pero lo que si te puedo decir es que en la sala solo habian chicas y de 13-17 años jajaja te puedes imaginar porque habiamos ido no? bueno un beso susi me paso por aqui ok?

    Alba

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