Miercoles de Cine: Mortadelo y Filemon: misión salvar la tierra

Vengo de ver una película a la que tengo que reconocer, acudía entregado. Mi voluntad estaba predestinada a que me gustase esta nueva adaptación de los dos espías españoles más famosos incluso que Perote y alguno más de esos que circulaban por el antiguo CESID y que había veces que tenían más semblanza con la TIA que con unos verdaderos servicios secretos.

Es una película graciosa, más fácil de seguir que la primera y que también tiene efectos especiales para semejar en la pantalla lo que Ibáñez plasmaba en sus viñetas. En esta nueva entrega lo han vuelto a conseguir a pesar de haber un nuevo director.

En la escala Rafa, siendo “0” lo peor y “10” espectacular, la película estaría entre el 6 y el 6 y ½, eso sí, os recalco que yo he ido "entregado", tal y como explicaba al inicio del artículo, por lo que es posible que si vais a verla luego escribáis algún que otro comentario mentando a mi familia.

Lo único que contaré es que el objetivo de la misión, es salvar el agua en un mundo que vive en una pertinaz sequía agravada por un malvado personaje que sabotea presas y contamina ríos. Que curioso, ya puestos a meter algo de debate y polémica, que si esa situación se produjese, la de la sequía, las tuberías de los tresvases se podrían usar como criaderos de arañas, cosa que no ocurriría con las desaladoras.

La semejanza con la TIA no solo se puede encontrar con el CESID, también incluso con el Ayuntamiento, cuando hacemos un pliego y por un error de sustituir una palabra por otra en el Word nos inventamos un idioma como el "gandiano" al cual en mi modesta opinión, se le ha dado más coba de la que merecía, pues siendo un fallo, nadie duda que lo era y que no se nos pasaba por la cabeza el crear una nueva denominación para la lengua.

También existen semejanzas cuando la oposición critica el cambio de horarios de los plenos municipales, que ahora se hacen por la mañana. Dicen ellos que así se limita las posibilidades de asistencia de la gente al pleno. Esto último causa tanta risa como cuando en la película le dan golpes a Filemón con un martillo y lo clavan en el suelo.

Esta semana salía publicado un comentario en la Revista Gente de La Safor de alguien que afirmaba que a los plenos solo iban unas pocas personas. Yo también lo hago. A excepción muy concreta de los pocos plenos de cada legislatura en los cuales algún colectivo quiere asistir para manifestarse al respecto de una situación que le afecta, cosa que seguirá pasando. De la poca asistencia histórica de público a los plenos no doy fe yo, la pueden dar también los periodistas, eso es una realidad y lo demás... historietas.

Buenas noches y buena suerte.