El PP y su ridículo comercial (II)

El martes estuve en el debate en el que suelo participar en Radio Gandia. El tema era la situación vivida en los últimos días en el mundo asociativo comercial de nuestra ciudad, con especial incidencia en la situación con los comerciantes de la República Argentina.

No hay mucho que decir. El PP de Gandía se autodescalifica a sí mismo cuando, en un nuevo esfuerzo de criticar gratuitamente, dicen que en la reunión mantenida el pasado jueves por parte de los comerciantes de la zona, con el alcalde de barrio y el concejal de urbanismo, no asistió la concejal de comercio, Mónica Richart. Y lo dicen además intentando menoscabar su capacidad o interlocución. Nada más lejos de la realidad, ya que como podéis ver en la foto, SI que estuvo presente.

Nos acusa el PP de no cumplir los plazos de la obra, cuando la reunión era para avanzarlos. Pero si se lo dices, la respuesta es “¡ves como no se cumplen los plazos!”. Es curioso, pero olvidan citar que uno de esos críticos acudió a la reunión con el coche ese pequeño (ignoro la marca), que circula estos días rotulado con el logotipo del PP.

Por olvidar, olvidan decir que al día siguiente, se repitió esa misma reunión, con prácticamente las mismas personas y el planing de obra propuesto el día anterior fue aprobado (y firmado) por cerca de ochenta comerciantes.

SE NECESITA SER CENUTRIO para acusar al gobierno municipal de improvisación, cuando esa propuesta llevaba semanas acordándose con los interesados, pero eso es lo que hay…

Pero lo que me parece ya inaceptable, es que cuando explicas todo esto, la salida barata que tienen los representantes presuntamente populares, es despreciar a la concejal de comercio, con descalificaciones y falsas acusaciones sobre sus anteriores áreas de gestión en la legislatura pasada. Pero es inaceptable porque además se hace desde un partido que está liderado (eso dicen) por quien dejó endeudada a la Federación de Comerciantes del Centro Histórico hasta las cejas, y no lo digo yo, lo dice la propia entidad, aunque piden que no se haga política con ello.

Pero la pregunta sería ¿por qué estas críticas tan furibundas? Pues entre otras cosas, porque el presupuesto del ayuntamiento de Gandia está a punto de ser aprobado definitivamente y es una de las últimas posibilidades de acusarnos de que no apoyamos al pequeño comercio. Cuando esté en vigor se pondrán en marcha dos líneas de subvenciones consistentes en la mejora de interiores y fachadas. La primera línea está destinada a los comercios donde hay obras, con 100.000€, que se aumentarán con las bajas en la licitación de las obras. Esta primera línea de subvenciones es sufragada en un 70% al cargo del ayuntamiento y un 30% del comercio. La segunda línea, es de 150.000€, destinada a comercios donde no haya obras, también para interiores y fachadas, y la aportación del ayuntamiento y comerciantes es al 50%.

Esto es lo que hay, buenas noches y buena suerte.