Defender la alegria

Con el inicio de la campaña electoral también empezó un cierto período de “tensión” (palabra de moda) en torno a los grupos de personas que estamos planificando y ejecutando las actividades a realizar cada día: pegada de carteles, interventores, ruedas de prensa, etc…

Esto hace que en ocasiones y fruto de ese “enfrentamiento” político del que participamos todos, haya gente que se extrañe de que se puedan producir momentos como el reflejado en la fotografía, que no es otra cosa que el fruto de un encuentro casual cuando terminó la pegada de carteles de inicio de campaña.

Ir al único pub que estaba abierto y encontrarte “rodeado” por gente del PP, provoca que tu primera impresión sea “¡dónde me he metido?” y notas también en ellos la cara de sorpresa ante ese casual encuentro. Pero ese momento inicial da paso a un buen rato de risas e incluso fotografías “para la posteridad”.

Particularmente no soy partidario del “todo vale” en la política, ya que a esa forma de actuar es a la que le echo en parte la imagen que muchas personas tienen de aquellos que de una forma u otra nos dedicamos a estos menesteres.

Desde el PSOE hemos hecho una campaña alegre, en positivo y que busca motivar a la gente para que vaya a votar el próximo día 9 de marzo. Se ha buscado el apoyo de diversos colectivos y fruto de uno de ellos se está haciendo famosilla la canción que da título a este artículo y que debería ser una de las líneas maestras en nuestro que hacer diario, en la actitud que mostramos no solo ante lo personal si no también públicamente.

Por eso es tan importante defender la alegría, no ser como diría el ex-entrenador del Barça, Louis van Gaal, “siempre negatifo, nunca positifo”. De esa forma no es posible avanzar y estoy seguro de que muchos tendrán que reflexionar el día 10 de marzo sobre cómo han vuelto a estar en la oposición, ahora sin ningún gran condicionante al que culpar.

Y es que los socialistas queremos seguir en el Gobierno de España para continuar haciendo bandera de la solidaridad, volver a ser un referente en las políticas sociales y principalmente para que por encima de ideologías, religiones, sexo u otros condicionantes todas las personas tengan igualdad real tanto en derechos como en obligaciones. Simplemente se trata de mirar de una forma positiva al país.