jueves, 18 de septiembre de 2008

Miércoles de cine: Los girasoles ciegos

4 comentarios
Había que volver a las buenas costumbres y hoy tocaba cine. La película elegida, “Los girasoles ciegos”, que ya la semana pasada queríamos ver, pero no fue posible, ya que, eso de volver al trabajo después de tres semanas de descanso, hace que uno el primer miércoles tenga algo de sueño. De esta guisa nos dirigíamos a intentar ver una película española que si todavía estaba, llevaba tres semanas en cartelera, algo poco probable pero que, afortunadamente, así era.

La película nos lleva no a la guerra civil, como dicen en tantos sitios, sino a una posguerra cargada de dificultades para aquellos que formaban parte del bando republicano. Los tópicos que se reflejan en ella, por serlo no dejan de crear tensión: familias que esconden a sus miembros para que no les hagan el “paseillo”, los exiliados, la policía entrando por la noche en las casas, la educación patriótica (esa a la que más de uno no objetaría) o incluso la vinculación iglesia-estado que durante tanto tiempo perseguirá a la primera de forma más que merecida.

Es una película interesante, a pesar de alguno de sus actores, como el yerno que se exilia, que tiene su mejor momento expresivo cuando se vuelve se espaldas y se pone a correr, antes de ser matado por la policía, o el cura, al cual dan más ganas de matarlo por lo poco creíble de sus gestos o las situaciones que vive, más que por su intento de abuso de la protagonista o la denuncia del marido escondido. Como sorpresa agradable, Maribel Verdú hace un buen papel en el que te puedes creer lo que le pasa y sus reacciones. Lástima que de Javier Cámara, pese a hacerlo bien, no se pueda decir mucho, porque su papel no da para más.

La película para mí tendría una puntuación de 6,5 –aunque dudo que pase la selección para los Oscar-. Estamos ante una hora y media de cinta en la que a nosotros la trama no se nos hizo pesada, a pesar de ser esperada y estar cargada de tópicos, al contrario, te va haciendo reflexionar sobre la situación de cada personaje que forma parte de la historia de España cuando era Una, Grande y Libre, en tiempos afortunadamente ya pasados, aunque no olvidados y que tan de actualidad están últimamente por la decisión de Garzón de elaborar un registro de represaliados por el régimen dictatorial que durante cuatro largas décadas se dedicó a aplastar a todo aquel que pensaba de forma distinta a la oficial.

Y es que hay mucha gente que piensa que hay que hacer justicia, que no basta con pregonar que en la transición se hizo un gran acuerdo para vivir en democracia, ese que tantas veces nos han vendido. Nos hablan de las barbaridades que se hicieron en los dos bandos durante la guerra, pero obvian conscientemente, que durante la posguerra los crímenes de estado estaban a la orden del día y si bien un conflicto armado es una sinrazón, donde las atrocidades trístemente pueden gozar de una cierta “bula” -más todavía si se pertenece al bando ganador-, asesinar, torturar y atemorizar a gran parte del país simplemente por tener otro ideario político, o en tantos casos, por ser familiar de alguien que pensaba de forma distinta a la oficial, hace que los descendientes de esa gente exijan respuestas y creo que efectivamente, es obligación del estado dárselas, olvidándose de prescripción temporal alguna.

Tal vez el que los familiares del dictador hagan ostentación de un patrimonio con más que dudoso origen, bodorrios incluidos, debería hacernos recapacitar. Parece lógico que después de tantos años los familiares de las víctimas tengan perfecto derecho a saber donde están enterrados los suyos ¿o tampoco vamos a estar de acuerdo con eso?



4 comentarios:

  1. Muy interesante. Yo fui a ver la película y coincido contigo en que está bien pero no pasará a la historia. Hay mucha gente que no tiene conciencia de que tantos familiares saben donde están las fosas comunes con los restos de sus padres y abuelos... lo que no entiendo es porque se niegan a que puedan tener un reconocimiento.

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  2. “Después de tantos años los familiares de las víctimas tengan perfecto derecho a saber donde están enterrados los suyos”.

    Que obsesión que tengo por saber donde está enterrado mi padre, la verdad es que hay una famosa parábola de Jesús que dice (Jesús le dijo: “Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios” (Lucas 9:60).

    A veces remover el pasado se hace pesado, peligroso, a pesar de ser absolutamente inútil, imagínense que una pareja de hombre y mujer, empiezan a revivir ahora sobre un problema de infidelidad o algún comportamiento repudiado por ambos que les pasó hace 30 años, Nada agradable sale de ninguno, es más, puede que llegue a separarles esa discusión o un infinito de posibilidades pero en ningún caso agradables.
    Jesús en esa parábola, puede que haya querido señalar el camino de que, anunciar el reino de dios, o sea, vive tú como dios, ya que el camino a ser dios pasa por no ocuparse de la muerte sino de la vida..
    Sin embargo tenemos la obsesiva manía de querer saldar las viejas cuentas, de saber donde está el muerto de hace 60 años, tendemos a considerar justo aquello que es inútil.

    Saber donde está enterrado mi padre, para mi hermanos es un derecho, pero les pregunto a mis hermanos, y porqué quieres saber donde está enterrado tu padre, si ya somos viejos y nosotros estamos apunto de morir?
    La respuesta es más simple de lo que uno se imagina, es el ocio, si mis hermanos no dispusieran de tiempo largo de jubilados y sin nada que hacer, se hubieran preocupado por otras cosas.
    Y si alguien piensa que no hay reino de dios, pues bien coincido con él, pero tampoco se obtiene el reino de la tranquilidad saber donde esta enterrado mi padre..
    Remover el pasado ha hecho que los judíos reclamen un estado por haber estado en aquellas tierras de Palestina hace más 3000 años, y siguen hoy en día cavando para desenterrar, el palacio de Salomón.
    Tantos muertos y tanta desgracia esta causando a los vivos este hecho aunque no comparable con el de España, pero quien sabe que puede pasar en un futuro, el vaivén de la historia puede que haga que ahora dos familias se odien de nuevo por recordar quien mató al abuelo.
    Aunque sé que nada de razón puedo tener en lo que digo, solo quiero decir que en tiempos de ocio esto suele pasar.

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  3. No tengo claro que se deba remover tanto el pasado, aun comprendiendo el dolor de quienes perdieron a alguno de sus seres queridos, si se encuentran en una fosa, también habría que respetar la voluntad de quienes habiendo pasado por una experiencia similar, desean que no se esté excavando en las fosas, que de esos también hay.

    En ocasiones hay que saber pasar página, aunque sea de una forma dolorosa para mucha gente.

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  4. Es indigno que después de 30 años ahora queramos desenterrar los fantasmas del pasado, por mucho que tú o los tuyos os empeñéis.

    No basta con poner como si nada que hubo atrocidades en los dos bandos pero que eso no debe impedir el que ahora se haga esto. El pasado pasado está y vosotros no mediis igualmente cosas que son semejantes.

    No estais dispuestos a que esto quede como está, por la memoria de las víctimas. Sin embargo, si que queriais un final dialogado del terrorismo que hubiese tenido indultos y los asesinos irian por las calles.

    No son las cosas como las has pintado.

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