Leones o huevones

Hoy ha sido publicado un nuevo “pulsómetro” de Radio Gandia. En él, por primera vez el PP ganaría las elecciones municipales en nuestra ciudad y ante ello a algunos les ha faltado tiempo para lanzar las campanas al vuelo.

El pulsómetro es un buen instrumento para tener la foto fija de cómo está la situación en cada momento y hay que reconocer a Radio Gandia el esfuerzo que supone el ponerlo en marcha, aunque es posible que su número de muestras no sea el ideal para una población de más de 80.000 personas y tal vez su interpretación no sea la mejor. Da igual ahora que ponen al PP por delante o cuando hace poco lo hacían con el PSOE. Quienes hayan tenido la oportunidad de oírme en el debate de “El abierto de Hoy por Hoy” al que suelo acudir desde hace cinco o seis años, saben que esta introducción no es nueva, es la que hago siempre porque simplemente, es lo que pienso.

Sin embargo, hoy a Plataforma de Gandia la dejan fuera pues al no llegar al 5% (4,9% hace un mes y 4,8% ahora) no podría tener representación y eso que la encuesta tiene un +/- 5% de margen de error.

A mí, que me considero un ignorante en esta materia (y en otras muchas también), me sorprende que los resultados no tengan una horquilla (p.e.: PP 12-11 PSOE 12-10 BNV 1-2 PdG 0-1) que es lo que me comentan algunos que sí que entienden del tema, a pesar de no contar con los datos concretos de la encuesta. Pero a pesar de estas menudencias, se plantea la siguiente pregunta…

¿Qué somos leones o huevones? Esta frase es de la serie “La que se avecina” y ante tal cuestión, Amador Rivas, uno de los protagonistas, suele contestar “¡Leones, leones!” en lo que suele ser la antesala de un nuevo disparate.

Hoy desde el PP gritan “¡leones, leones!” ante la primera encuesta de verdad que les da la victoria teórica. Y digo la primera de verdad porque no podemos olvidar aquella que se inventaron y anunciaron en una patética rueda de prensa, dando el nombre de empresa que supuestamente la había hecho y que, como más tarde apareció publicado en algún medio, nadie del sector conocía de su existencia.

¿Qué están subidos de tono porque por fin una encuesta les sale bien? Pues ya se sabe, ”que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”. Ellos que se dediquen a vanagloriarse de lo buenos que son y lo bien que lo hacen, que los demás seguiremos trabajando por Gandia, que parece que les molesta y mucho.

Pero si estos leones son felices con el resultado de la encuesta, agarrémonos los machos, porque como decía antes, esto no puede ser más que la antesala de un nuevo disparate. Uno fue "la última cena" en la calle Tossal, que como la organizaron ellos era un acto legítimo, pero cuando desde el grupo socialista se montó el de “Gandia ens uneix” era poco menos que el apocalipsis, con amenazas y presiones incluidas a representantes de asociaciones, solo destacar un detalle, que los que las hacían eran ellos, que intentaban que esta gente no asistiese o participase.

Otro cuando hacen que el presidente de Nuevas Generaciones del PP de Gandia, asesor de la Generalitat Valenciana a más de 40.000€ anuales, salga a criticar cómo se han adjudicado unas becas que subvenciona la Diputación de Valencia porque de 50 beneficiarios hay la escalofriante cifra de tres con vinculaciones al PSOE en una ciudad donde más del 40% vota a este partido, pero se les olvida decir que tan malo y oscuro fue el proceso, que luego la diputación amplió ese número en 25 plazas más y mira qué curioso… entró hasta algún miembro de la dirección del PP.

Qué decir de cuando hace unas semanas criticaron los criterios para la selección del personal para la piscina de Roís de Corella... justo hasta que se enteraron de que uno de los contratados era un concejal del PP de la comarca. Y es que somos así de sectarios... o a lo mejor no. Es posible que no miremos la afiliación política como ellos demuestran continuamente que sí que hacen.

Hay más, pero es que la tropa de montePPinar de Gandia y Amador Torró dan para mucho, así que como este artículo ya es un poco largo, lo dejaremos aquí de momento.

Y es que a quienes en el fondo tienen alma de huevones, el dinero no les hace leones.